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Leyla 16:47:00, jueves, 18 de julio de 2013 Permalink
Atrapada en la Osucridad. Capítulo 3 (Parte II).
Dos meses después. 


Lo primero que hizo Nina al despertar fue llamar a Lysandro contenta, como todos los días, abrazar a su madre y preguntar como siempre por su padre, que se levantaba temprano para trabajar. Poco antes de que su hermano se marchara al instituto, su madre llevó a Nina al colegio.
La chica estudiaba el último año de primaria, al contrario que su hermano, había sido aceptada desde el primer momento por sus nuevos compañeros, pues habían encontrado en ella una chica muy amable, buena en los dibujos y dispuesta a defender a los suyos.
Desde muy temprana edad, las chicas solían ser envidiosas y muchas eran incapaces de actuar solas, necesitaban a un grupito de niñas, más o menos como ellas, que se apoyaran entre ellas e hicieran el vacío a cualquiera que les llevara la contraria.
La recién llegada parecía que había caído en gracia, todas la admiraron por sus peinados y sus vestidos. Nina se mostró tímida al principio, pero pronto consiguió hacer amigos gracias a sus habilidades y su admirable carácter.
Hubo un día diferente a los demás, todos los alumnos esperaban a que empezaran las clases, pero en vez de llegar su profesora de siempre, por la puerta apareció una joven poco apuesta y con actitud severa. Se acercó paulatinamente a la mesa del profesor y se dirigió a sus alumnos.
-    Mi nombre es Elisabeth Einshaw, soy licenciada en Filología Clásica pero  durante unos meses me encargaré de sustituir a vuestro profesor de inglés. Actualmente se encuentra de baja por enfermedad.
Las sonrisas de los alumnos se borraron. Sabían que iban a echar de menos a su profesor, un hombre con infinita paciencia con sus “elementos” y la sustituta daba la impresión de ser bastante dura.
-    Como sabéis, este es vuestro último curso en el colegio, así que mi objetivo durante el tiempo que estéis conmigo será prepararos bien para lo que os espera. No voy a desperdiciar el tiempo, empezamos ya. Verbos irregulares. A ver, por ejemplo, tú, ¿cuál es el “past” y el “past participle de “write”?
El niño miró perplejo a la profesora, respondiendo que no habían dado todavía los verbos irregulares, que todavía tenían que corregir unos ejercicios del presente.
       -¿Del presente? ¿Tan atrasados estáis?
La profesora Einshaw frunció el entrecejo y dijo que no se hicieran a la idea de que ni en inglés, ni en ningún idioma se hablaba como los indios. Luego les entrego a sus alumnos unas listas con los verbos irregulares, exigiéndoles que se lo aprendieran para la semana que viene.
-Y además, mañana os haré un examen para saber cuál es vuestro nivel. Los que no superen el examen tendrán que quedarse conmigo por las tardes hasta que yo vea que estéis preparados. Pero como sólo sabéis utilizar el presente, seguro que al final me quedaré con toda la clase.
Nina temió por su vida, la profesora Einshaw no tenía nada que ver con su antiguo profesor y dejó claro que con ella, o aprendías o morías. Pero a Nina no se le daba tan bien el inglés, y tenía que esforzarse para aprobar ese examen.
Mientras tanto, la profesora continuó dando la clase, ignorando el timbre que daba paso al inicio del recreo y causando una reacción de euforia entre los alumnos, que ya se estaban levantando.
-    ¿Acaso he dicho que podéis levantaros?- Pero esa vez, en vez de actuar dramáticamente, la profesora se dirigió hacia la ventana y dijo algo sobre “las ansias de libertad”- Por esta vez pase, pero que no vuelva a ocurrir.
Al terminar las clases, la madre de Nina notó la preocupación de la pequeña, que no dijo nada durante el trayecto, pero sí que contó todo lo ocurrido una vez que volvió Lysandro a casa, con su hermano cerca, Nina sentía que podía contar las cosas con más comodidad. Aunque sus padres la calmaron     quitándole hierro al asunto del examen, la chica se fue rápidamente a su cuarto y no salió de él si no fuera porque la llamaron varias veces para saber cómo estaba, para que merendara y para que cenara, y mientras más pasaba el tiempo, más agobiada estaba por el examen y por los verbos irregulares que no se le quedaban.
Nuevamente, Lysandro fue el único que consiguió que Nina durmiera algo.
-    Si no tienes la mente despejada para el examen, es imposible que te salga bien- besó a su hermana en la cabeza- y ahora, a la cama.
Todo ocurrió demasiado rápido: Tal y como ella esperaba, el examen resultó difícil para Nina, pero se estudió todo el vocabulario y el presente, tanto el simple como el continuo, aunque para su sorpresa, también se encontró con algunos verbos en pasado que explicó la profesora Einshaw el día anterior.
-    Estoy segura de que los haréis bien, pero no olvidéis que os tenéis que aprender todos los de la lista.
Nina entregó su examen y no se movió de su sitio hasta que el último hiciera lo mismo que ella.
Sonó el timbre y la profesora les dio permiso para salir, no sin antes advertirles que ella corregiría rápido unos exámenes tan sencillos y que obtendrían los resultados ese mismo día. Todos los alumnos tragaron saliva y de nuevo, se mascaba la tensión en el ambiente.
Cuando volvieron, los alumnos se sentaron rápidamente, pero la profesora no quiso dar las notas hasta que no terminara la clase. Nina tuvo que aguantar los nervios.
Finalmente, el momento que más estaba esperando llegó, la profesora dijo las notas en voz alta: Claris: 8. 3, Stephan: 3,75 Sebastian: 5, 63 (….) Nina: 4.9.
No podía ser, la chica se derrumbó. Había trabajado tanto para un 4,9. Pudo ver sus fallos en el examen pero no tenía ánimos para nada.
-    Mañana analizaremos los fallos generales y los que habéis suspendido, ya sabéis que os tenéis que reunir conmigo por la tarde a partir de mañana. No quiero que os hundáis, os tenéis que acostumbrar a este tipo de situaciones porque en un futuro, nadie tendrá miramientos. Y os vuelvo a advertir que suelo poner las notas midiendo cada centímetro de vuestro examen.
Cabizbaja, Nina volvió con su madre que la estaba esperando.
-    ¿Qué tal el examen, cielo?
-    He sacado un 4,9. –Musitó.
Toda la familia la animó para que siguiera adelante y no se rindiera.
-    ¿En serio te ha puesto un 4.9? ¿Qué le pasa a esa profesora? ¡Que son críos! ¿Se puede saber por qué puntúa tan bajo ésta mujer?- Su padre no paraba de gruñir.
Pero Nina no hizo caso a los comentarios, y al terminar de comer, hizo lo mismo que el día anterior y se puso a estudiar.
Al rato, su madre invadió su cuarto.
-    Señorita, hoy tienes que descansar- y la cogió de la mano, llevándola a la casa vecina, a nuestra casa.
Allí estábamos todos, Violeta, Eric, Lysandro y yo, con tazas calientes de chocolate y pasteles, recibiendo a Nina.
-    Hemos tenido la idea entre todos. – Comentó Lysandro- Organizar una merienda con nuestros amigos y decirte que todo tiene solución. El que hayas suspendido un examen no significa nada, y menos aún si era para ver cómo ibais. Tú puedes con esa y con todas las “profesoras Einshaw” que se te presenten.- Afirmó con una sonrisa.
Su hermana nos abrazó emocionada como agradecimiento, y de pronto, todo volvió a una normalidad que no duró mucho tiempo.
Mi padre, interrumpió la escena con un “¿Ya habéis empezado a merendar sin mí?” y no esperó más para enseñarnos el periódico.
-    Chicos, vengo a advertiros de que no os paséis por el bosque en estos días. Hay algo ahí fuera y no sabemos de qué se trata, y señaló el titular de la noticia que tanto alarmaba a él y a todos los vecinos de Silent Town.

EXTRAÑOS SUCESOS EN EL BOSQUE DE SILENT TOWN: HUELLAS MONSTRUOSAS Y ANIMALES DEGOLLADOS VORAZMENTE.
Las imágenes mostraban unas huellas, y en la noticia describía que era totalmente imposible que pertenecieran a un animal normal y corriente.
“El Yeti en Silent Town”. La noticia concluyó con un toque de humor, para tranquilizar a todos los habitantes y visitantes.
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